¡Atención! ¡Atención! ¡Atención!
Vivimos tiempos donde muchos lugares están abarcando áreas que nos les corresponde, tocando lo más sagrado y bendecido que son nuestros niños.
Ellos necesitan la guía y la enseñanza de sus padres para que sepan lo que está bien y lo no está bien.
En este versículo en Deuteronomio 22:5 lo pone muy claramente, así que no hay motivo para confundir, distraer y sobre todo pervertir a la infancia.
En pocas palabras: Todo lo que no agrada a Dios es malo.
La infancia es nuestra razón de existir.